Doris Salcedo

Doris Salcedo, 2015 | Foto: David Herald
Doris Salcedo
(Bogotá, Colombia, 1958)

Por Walter Salcedo

Doris Salcedo es una artista colombiana, nacida en la ciudad de Bogotá en 1958.
De formación académica, estudió Bellas Artes en la Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá entre 1978 y 1983. En 1984 viaja a Nueva York a realizar un posgrado en Bellas Artes, donde conoce la obra de Joseph Beuys. Regresa a Colombia en 1987 para posteriormente ser directora de la Escuela de Artes Plásticas del Instituto de Bellas Artes de Cali.
Desde que comenzó a producir su obra, sus proyectos giran en torno a intervenciones que tienen como objetivo directo la reflexión acerca de la violenta situación social vivida en Colombia, por el extenso y dilatado conflicto desatado por la guerrilla. La obra de Salcedo es un continuo llamado a la conciencia sobre la devastadora consecuencia de este combate interno en el campo social y político.
Para sus proyectos, Salcedo viaja a las zonas de conflicto y toma contacto directo con las víctimas. Dialoga con los familiares de los asesinados, de los damnificados, y reconstruye historias  personales que luego intenta trasladar a sus obras; según ella: el artista no es una persona creativa, sino alguien que conecta pensamientos, historias y materiales. (Martínez Celis, 2016)
Su estudio es un gran espacio, está ubicado en uno de los principales barrios de la ciudad de Bogotá. Allí cuenta con un gran grupo de colaboradores entre los que se pueden encontrar técnicos, artesanos, carpinteros, herreros, etc. Para ella es muy importante el trabajo en equipo y por lo tanto, la transmisión de saberes; actitud que heredó de su gran maestra Beatriz Gonzáles, quién le enseño a “transmitir” para guiar el talento y orientar el conocimiento.
Las producciones de Doris Salcedo tienen en su manufactura un gran rigor técnico y una obsesiva preocupación por el detalle. Considera que este cuidado y esta rigurosidad hacen a su vez a un rigor estético que sirve para poder trabajar de forma eficaz y directa con la memoria y el sufrimiento de las víctimas de la injustica causada por la guerra interna en Colombia, y también con el abatimiento de los más humildes y desprotegidos ante la difícil situación social de dicho país.
La fragilidad de la vida debe quedar reflejada con una obra técnicamente perfecta (Martínez Celis, 2016), señala Salcedo, cuyo trabajo nos invita a pensar a cerca de la fragilidad de la vida del ser humano y el hecho de que somos “finitos” y vulnerables.
Esta vulnerabilidad es figurada en la composición y realización de sus instalaciones, sobre todo a partir de los materiales que utiliza, muchos de los cuales son restos procedentes directamente de víctimas reales. Por lo general estas obras son de carácter efímero, constituyéndose en un llamado que evoca a la construcción de América, continente que se edificó en base a ruinas y no en arcos de triunfo. (Martínez Celis, 2016)

Sillas vacías del Palacio de Justicia, 2002
Intervención en el Palacio de Justicia de Bogotá
En una de sus primeras obras, Salcedo utilizó muebles, a los que privó de su carácter familiar, de su relación con el uso del ser humano, de su historia, para colocarlos en una situación de “malestar” y “horror”. De la misma forma operó en otra de sus instalaciones, que tuvo gran repercusión internacional: Atrabiliarios, de 1992, expuesta en la galería White Cube de Londres, cuyo propietario es Jay Jopling. En esta galería hizo picar en las paredes una veintena de nichos en los que colocó zapatos. Estos nichos estaban a su vez cubiertos por una fina película semitransparente y opaca constituida por piel de vejiga de vaca, cocida a la pared con puntos de sutura hechos de forma quirúrgica con hilo negro.

Atrabiliarios, 1992-1997
Instalación: madera, vejiga de vaca, zapatos y hilo quirúrgico- medidas variables
Para comprender los procedimientos proyectuales y conceptuales de Doris Salcedo al momento de pensar una obra, es posible visualizar los recursos y operatorias que usó en esta producción. Trabajó durante al menos tres años dialogando y tomando notas de sus entrevistas con familiares de desaparecidos, secuestrados y asesinados por los distintos bandos del conflicto armado en Colombia. Observó el vacío que dejaban los objetos pertenecientes a las víctimas en sus familiares, y llegó a entender la relación que se entablaba entre estos objetos y esos vínculos parentales, visualizando su carga simbólica. Llegó a considerar que la transcendencia de estos objetos se cristalizaba en la presencia del recuerdo constante y en la esperanza de que alguna vez estos vuelvan a sus dueños.
Durante ese tiempo y con la colaboración de sus entrevistados, Salcedo fue reuniendo zapatos de las víctimas que le entregaban sus familiares, zapatos usados por ellos alguna vez. De este modo fue que surgió Atrabiliarios, una pieza que podemos leer a la luz de uno de los dichos de la artista: Colombia es el país de la muerte no enterrada, de la tumba no marcada (Valcárcel, 2015). Los zapatos son presentados al espectador en una suerte de “sepultura”, a modo de un relicario del cual nos separa la fina y semitransparente membrana de vejiga de vaca cocida a la pared.
En el momento en que el espectador da a la obra un momento de contemplación silenciosa, en ese momento, solamente en ese momento, ocurre la relación afectiva... El arte tiene un poder enorme: el poder de devolver al dominio de la vida, al dominio de la humanidad, la vida que ha sido profanada, explicaba la artista en la Universidad de Harvard. (Valcárcel, 2015)
Las obras de Salcedo han sido expuestas en los museos más importantes del mundo como el MoMA de Nueva York, el Art Institute de Chicago, la Tate Modern de Londres, el Museo Nacional y Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, el Centrè Pompidou de París, y en bienales y grandes exposiciones como la XXIV Bienal de Sao Paulo, la edición 11 de documenta de Kassel y la VIII Bienal Internacional de Estambul, entre otras.
En la Tate Modern fue donde llevó adelante una de sus obras más famosas y emblemáticas, que tuvo repercusión masiva: Shibboleth, de 2007-2008. Esta intervención es quizás la obra más universal y demoledora de Salcedo.
El proyecto formó parte de un ciclo organizado por la Tate Modern, a través de una propuesta institucional en la que artistas como Louis Bourgeois, Anish Kapoor y Olafur Eliasson, además de Doris Salcedo, fueron comisionados para intervenir uno de los espacios de la Tate: el Turbine Hall. Shibboleth resultó ser una obra de escala monumental, que atravesaba de punta a punta el suelo de dicho espacio.

Había una pequeña grieta en el suelo de la Tate, Doris la notó en la primera visita y decidió convertirla en el origen de esa pieza. Cada centímetro fue dibujado a mano por Doris. Investigamos las grietas. Examinamos cómo es el borde, el interior de grietas sobre la tierra, sobre cemento, sobre edificios. Parecíamos un grupo de locos en la calle observando fijamente las grietas del suelo o de las paredes. El siguiente paso fue intentar descubrir cómo hacer una grieta prefabricada, y luego exportarla a Londres. Se nos ocurrió hacer una estructura de metal, tal y como se hace una losa de cemento pero con la forma de una roca. Moldeamos el acero siguiendo exactamente la forma de la piedra, luego vertíamos el cemento. El resultado final —explica un colaborador de Salcedo–, fue el molde, con la malla de acero incrustada y con su gemelo opuesto. Construimos 320 metros de cemento, porque debíamos hacer ambas caras de la grieta. Todo salió casi como planeábamos, pero la imagen, el resultado, es algo que no se puede imaginar hasta que uno lo ve. (Valcárcel, 2015)

Shibboleth, 2007-2008
Intervención en la Tate Modern, Londres
Con Shibboleth, Salcedo intentó con mucho éxito hacer una metáfora, basada en la leyenda bíblica de las exclusiones que sufren los habitantes del “tercer mundo” frente a los del “primer mundo”.

Yo vengo de Colombia —señala–, un país en el que sólo hay ruinas. Eso nos dejaron las guerras, el imperialismo y el colonialismo. Eso marca mi perspectiva. Soy una artista del tercer mundo. Desde esa perspectiva, desde la perspectiva de la víctima, desde la perspectiva de los pueblos derrotados, es desde donde miro al mundo. Por eso mi obra no representa algo. Es simplemente una insinuación de algo. Es intentar traer a nuestra presencia algo que ya no está aquí. En ese sentido es sutil. (Valcárcel, 2015)

Shibbolet es una palabra hebrea que significa "espiga". Es la protagonista de la historia del Libro de los Jueces, de la Biblia. En el capítulo 12 se narra la guerra de dos tribus hebreas que termina en el genocidio de 42.000 miembros de la tribu de Efraim, que cruzaban el río Jordán en busca de su salvación hasta llegar a la región de Glaad. Los efraimitas eran identificados por sus enemigos porque no sabían pronunciar el sonido "sh" y en lugar de decir “shibbolet” pronunciaban “sibbolet”. Así, la palabra se convirtió en la metáfora de las exclusiones que produce el uso de una lengua por parte de un grupo y, también, de la segregación y las fronteras.

Cuando fui a ver el espacio antes de pensar en la pieza, lo que me llamó la atención fue la actitud de la gente que caminaba en ese espacio. Todos miraban para arriba y sentían que era un espacio asombroso. Yo pensaba: no es tan extraordinario. Es un espacio industrial modernista. No es como entrar en Santa Sofía o estar frente a las pirámides de Egipto. Pero la gente tenía esa impresión y yo pensé que era increíblemente narcisista. Lo que yo quería hacer era dar la vuelta a esa perspectiva, y en lugar de mirar hacia arriba, obligar a mirar hacia abajo... Quería inscribir dentro de ese edificio modernista y racionalista una imagen que fuese caótica y que marcase un espacio negativo. Porque creo que hay una brecha sin fondo que divide lo humano de lo inhumano, a los blancos de los no blancos. Quería hablar de esa brecha. Pensé que esa brecha se percibía principalmente en la historia de la modernidad. Cuando uno lee la historia de la modernidad está narrada como un evento únicamente europeo. Y las ideas de colonialismo, de imperialismo, son marginalizadas, por no decir más. Quería que surgiera esa historia de racismo porque creo que la historia del racismo es el lado oscuro no contado de la historia de la modernidad. Por eso quería que esta grieta quebrase el edificio y que irrumpiese en el edificio casi del mismo modo que en un inmigrante no blanco irrumpe en la monotonía y en el consenso de la sociedad blanca. (Valcárcel, 2015)

En definitiva, esta enorme y profunda “grieta” trazada en el piso de la Tate Modern londinense se propuso ser la representación de la división de clases, del racismo, de las divisiones geopolíticas, de la segregación ideológica, sexual, cultural, y de la separación que existe entre la “humanidad” y la “falta de humanidad”.
Carlos Basualdo, uno de los siete curadores de la Documenta 11, dice que el trabajo de Salcedo es clave en tanto que representa una serie de intervenciones útiles para la historia de la escultura contemporánea. Su labor sobre determinados hechos es actual, universal, a pesar de tener una relación clara sobre la situación de Colombia. (Valcárcel, 2015)
Asimismo, la propia artista señala que su pensamiento y su obra fueron fuertemente influenciados por el legendario artista alemán Joseph Beuys (1921-1986), a través de cuya producción descubrió el concepto de escultura social, la posibilidad de dar forma a la sociedad a través del arte. La obra de Beuys despertó su interés por la dimensión política de la escultura, que se acentuó con su experiencia de extranjería en Estados Unidos.
Salcedo define su propia obra como perturbadora, conflictiva y difícil (El Tiempo, 2007). Los principales críticos de arte, galeristas, directores de museos y público especializado la consideran como una de las artistas contemporáneas más representativas del arte latinoamericano. En las actas del Premio Velázquez de Artes Plásticas, distinción que recibió en 2010, se advierte que la artista posee claves para situar en la Historia la eclosión de artistas latinoamericanos de las últimas dos décadas. (La Voz de Galicia, 2010)

Cronología:

1958
Nace en Bogotá, Colombia.

1978-1983
Estudia Bellas Artes en la Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá.

1984-1985
Realiza un Máster en Bellas Artes, en la Universidad de New York, Estados Unidos.

1987-1988
Oficia como Directora de la Escuela de Artes Plásticas del Instituto de Bellas Artes de Cali, Colombia.

1988
Obtiene becas de la Fundación Guggenheim y de la Fundación Penny Mc Call.

2002
Realiza una instalación sobre una de las fachadas del Palacio de Justicia de Bogotá.

2007-2008
Lleva a cabo el proyecto Shibboleth, en la Tate Modern Gallery de Londres, UK.

2010
Recibe el Premio Velázquez de Artes Plásticas.

2011
University of Chicago Press publica Of what one cannot speak: Doris Salcedo’s political art, de Mieke Bal.

2014
La Universidad Nacional de Colombia publica De lo que no se puede hablar: el arte político de Doris Salcedo, traducción al español del libro de Mieke Bal publicado en 2011. 

2015
Se realiza una muestra retrospectiva de la artista en el Museo de Arte Contemporáneo de Chicago, Estados Unidos.
Se lleva a cabo una muestra de la artista en el Museo Guggenheim de New York.

2016
Exposición de Salcedo en el Mueso Pérez de Miami, Estados Unidos.
La artista lleva a cabo una instalación sobre la Plaza Bolívar de Bogotá, a la que titula Sumando ausencias en repudio al resultado negativo que tuvo el plebiscito para lograr la paz social en Colombia.



Bibliografía:

Doris Salcedo abrió una grieta en la prestigiosa Tate Modern, 'meca' del arte contemporáneo. El tiempo [en línea]. Miércoles, 10 de octubre de 2007 [fecha de consulta: noviembre de 2016]. Disponible en:

La colombiana Doris Salcedo, primera mujer en lograr el Premio Velázquez. La Voz de Galicia [en línea]. Martes, 4 de mayo de 2010 [fecha de consulta: noviembre de 2016]. Disponible en:

MARTÍNEZ CELIS, Néstor. Doris Salcedo: el arte enlazado con el duelo. El Heraldo, revista Latitud [en línea]. Domingo, 1 de mayo de 2016 [fecha de consulta: noviembre de 2016]. Disponible en:

VALCÁRCEL, Marina. Doris Salcedo: el arte como cicatriz. Alejandra de Argos web [en línea]. Domingo, 1 de marzo de 2015 [fecha de consulta: noviembre de 2016]. Disponible en: